lunes, julio 2

Tengo unos primos....
Son lejanos.
Sus mujeres también.
Hasta tengo un tío cura, lejano, medio nabo.
Me quedo con el gusto Chaves por las mujeres.
Tengo primos con buen gusto, lo hueco lo eludo.
Que va a hacer uno.
Ricos son los vinos de esas juntadas.
Será Chaves también la cuestión.
Chaves con ese.
Llaves, en portugués.
Me gusta mucho el apellido.

Me gusta más la abuela
india, la mapuche de cerca de las tolderías, ahí en Junín.
Aunque nunca supo si en realidad era ranquel.
Claro, con 101 años,
atesorando un moño rojo regalado
por el restaurador
no sabía bien.
Irrelevante.
Ya tengo mi pedazo, y por cierto
no vine de los países bajos.

1 comentario:

*AntagoniSta* dijo...

Parco de palabras, con un eco recolector del kultrun geneológico de su árbol... las letras se estiran como trozo de licán de aquellas tierras mapuches, lo imagino urbano, augurando la noche.

Imagino los reflejos trizados de una fotografía, y una niñez asustada que se acurruca al alero de 101 años...

Traté de imaginar, (con eses o con zetas) pero fué en vano, solo escuché las voces de recuerdos que hablaban, algunos primos nabos, otros que se hacen pero no son, remando al sacrificio.
No hubo ecos en el cerro.
Fueron calladas las palabras.