viernes, julio 27

Telésfora Castillo

Fué como una iluminación, un flash.
En realidad no sé el término para cuando uno lo escucha.
Será una alucinaudición?
Bueh, la cosa es que era la trigesimoquincuagesimaochocientaypicodevez que escuchaba la canción, blah, blah, Telesita, Telesita.
Siempre esa chacarera me pareció medio naif, para decirlo, al fin.
Pero yo sabía, ahí había algo, encerraba otra cosa.
La canción ya de por si es rara.
Nadie la canta igual, no me pasaba desapercibida y siempre le quise un algo más.
La leyenda ya la conocía.
Pobrecita la Telesita morirse chumada y quemada.
Sospechaba otra cosa: Cafrune, Manseros, Chacarerata, Díaz en armónica, uh! Peteco.
Santiago de a pié la canta, et al.
Y yo mordiéndome sin entender.
Y esa trigesimoquincuagesimaochocientaypicodevez vi otra cosa,

entendí la metáfora.
Y era tan simple.
Bailar, bailar, morirse bailando.

Porque está adentro.
Gustarte tanto bailar, que bailás como el fuego, con el fuego.
Y te hacés fuego indistinto en carne y danza.
Y sabemos, cuando uno es fuego, se va para allá, arriba.

Sale de tu cuerpo eso que no tiene nombre y toca,
y siendo incorpóreo baila.
Simplemente esta idea llegó cuando confluyó

escuchar el tema y pensar en vos.
Te quiero mucho Negra.

sábado, julio 21

Uh!
Contrafloralresto!



Cartas chotas, más vale, podrían ser peor.
Pero del mismo palo.
Quizá quepa una metáfora.
Jugar con olorosa.
Ni ases ni sietes, ni espadas ni palos.
Más bien tirando al culo sucio.
Una buena manera de terminar un truco,
un poco chamuyera, y con mucho de mentira,
y de jugársela... bueh.

En todo caso se termina el partido.
Mezclar y barajar de nuevo.
Aunque hay cartas que ya sabemos,

de tantas manos tienen un guiño, una rajadita, una pequeña marca.

Tute, truco y tresiete carajo!

lunes, julio 16

dónde estás
adonde fuiste?
qué tiene de lindo eso?
yo me voy a morir
pero vos?
lo perfecto sería que nadie vea esto
Me estoy yendo a Jujuy.

Supe que estaba ahí.
Mi majada.
Me voy a encontrar con muchas cosas.
Mi quebrada.
Mis llamas.
Saludar al maestro.
Seguir la música.
Voy a ver a mi vieja.
Voy al lugar donde me encuentro.
Tengo que darle de comer.
Ella me cumplió.
Y la tierra tiene hambre.


No me comas antes.
Raro.
Acepto la diversidad.
Gran signo de pregunta.
Yo, yo simpre.
Yo, yo y mi yo yo.
Yo dije, yo estaba, yo ya lo había dicho.
Yo soy muy boludo.
A veces mi yo yo da resultados.
Claro que para el caso Córdoba
estaban primero Mary,
y Laura que hizo y deshizo.
Y más vale, Charlie, Carlitos, papá, el abuelo.
El loco metió esa plata.
Yo ya le había dicho.
Se vé que lo quemé.
Yo yo yo.
Yo seré ese que se va a la mierda?
Seré el que larga todo, el que la cuelga?
Yo soy parte de una cosa grosa.
Siento que me miran.

Mi yo yo paranoico.
Y estoy escuchando cómo Vilca

va subiendo los cerros.

domingo, julio 15

Vienen a visitarte de tanto en tanto.
Ellos solos se anuncian

en un sueño liviano,
juntan las manos.
Son los viejos amores que te recorren,
laberinto de flores
aunque no los nombres.
Tienen forma de aire y dos aromas
de siempre conocidos.
Nadie puede cambiar
la música de sus palabras.
Son los viejos amores que se aparecen
sin querer, de repente,

aunque no los nombres.
Esos que te rescatan de algún abismo,
los que dan la sonrisa,
llaman esta mañana,
domingo por la ventana.
Son los viejos amores que están adentro,
siempre latiendo,
aunque no los nombres.


Este tipo tiene la virtud de traducir pensamientos
y plasmarlo en canciones.

Laberinto de flores?!


Y una vez dijo (me dijo):

Soy mezcla de baguala, internet y tango viejo.

Será san león?

Ya lo he dicho.

Creo en León Gieco, casi en nadie más.

sábado, julio 7

Cine Cuyo, hoy a la vuelta de casa.
En google no hay fotos.
Ya ni está, es un templo.
En ese cine vi mis primeras tetas en film.
Unas tetas increibles;
Ornella Mutti, diosa, piel aceituna,
ojos de miel.
Claro que me terminé de enamorar
con la Ragazza di Trieste.
Ella, rapada, hermosa, saliendo del mar.
Uh!
Uh y Uh!

Ornella.

En ese momento adolescente
aprendí que la sexualidad y la sensualidad
cabían en una mujer.

No había visto otras tetas
y fueron las de ella.
Justo.
Hace mucho tiempo humano
una hermana aventuró que si
yo fuese una canción sería
La maza.
Groso, siempre me pareció eso.

Hoy escuchaba esa canción y pensaba
que en realidad ella es ésa música,
entre tantas.

Mamita dulce.
Creo que queda claro.
Ya sabés que es para vos.
Este espacio habla de bordes y latitudes.
No siento que tenga que escribir un poema
en particular.
No se trata de eso.
Pero si sabés leer,
leés.

lunes, julio 2

No soy un virtuoso.
Sólo sé de ciertas músicas.

Nunca supe de esto, me lo dijeron hace poco.

Me llenó de algo raro.

En ciertos círculos, en una conversación
sobre música,
no se me contradice.

Y no sé nada.
Un poco, lo que siento nomás.
Nada, las fiestas de los viernes
vienen siendo lo que andaba buscando.
Reggae-muffin, dub y mucho,

pero mucho olor a verde.

Me sobran dreadlocks, y eso que me rapo.
Están buenas estas fiestas eh!
Muy buenas.

Puedo bailar.

Tengo unos primos....
Son lejanos.
Sus mujeres también.
Hasta tengo un tío cura, lejano, medio nabo.
Me quedo con el gusto Chaves por las mujeres.
Tengo primos con buen gusto, lo hueco lo eludo.
Que va a hacer uno.
Ricos son los vinos de esas juntadas.
Será Chaves también la cuestión.
Chaves con ese.
Llaves, en portugués.
Me gusta mucho el apellido.

Me gusta más la abuela
india, la mapuche de cerca de las tolderías, ahí en Junín.
Aunque nunca supo si en realidad era ranquel.
Claro, con 101 años,
atesorando un moño rojo regalado
por el restaurador
no sabía bien.
Irrelevante.
Ya tengo mi pedazo, y por cierto
no vine de los países bajos.