viernes, julio 27

Telésfora Castillo

Fué como una iluminación, un flash.
En realidad no sé el término para cuando uno lo escucha.
Será una alucinaudición?
Bueh, la cosa es que era la trigesimoquincuagesimaochocientaypicodevez que escuchaba la canción, blah, blah, Telesita, Telesita.
Siempre esa chacarera me pareció medio naif, para decirlo, al fin.
Pero yo sabía, ahí había algo, encerraba otra cosa.
La canción ya de por si es rara.
Nadie la canta igual, no me pasaba desapercibida y siempre le quise un algo más.
La leyenda ya la conocía.
Pobrecita la Telesita morirse chumada y quemada.
Sospechaba otra cosa: Cafrune, Manseros, Chacarerata, Díaz en armónica, uh! Peteco.
Santiago de a pié la canta, et al.
Y yo mordiéndome sin entender.
Y esa trigesimoquincuagesimaochocientaypicodevez vi otra cosa,

entendí la metáfora.
Y era tan simple.
Bailar, bailar, morirse bailando.

Porque está adentro.
Gustarte tanto bailar, que bailás como el fuego, con el fuego.
Y te hacés fuego indistinto en carne y danza.
Y sabemos, cuando uno es fuego, se va para allá, arriba.

Sale de tu cuerpo eso que no tiene nombre y toca,
y siendo incorpóreo baila.
Simplemente esta idea llegó cuando confluyó

escuchar el tema y pensar en vos.
Te quiero mucho Negra.

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