lunes, febrero 18

Naranjillo

Bebo mi pisada en la puerta de casa, Boedo.
Bebo desde que me levanto.
Bebo placer, el mate que me amarga.
Escupo mi trabajo, gargajito.
Bebo la mujer que amo.
Bebo negro.
Voy bebiendo amigos, a cada uno en copa distinta.
Bebo el vino negro que la carne requiere.
Bebo pieles.
No escucho, la música pasa por mi boca,
me la tomo.
El sexo pasa por mi boca.
Antes de beber mamaba.
Tengo otros gustos.

Cáliz que se me presenta,
informe,
borde de boca, labios.

Bebo el río que pasa y corre.
La lluvia que lo alimenta.
Bebo el desborde.
El río que soy, me bebo.

2 comentarios:

Mechi.- dijo...

Los pajaros en la cabeza hacen que uno quiera comer y tomar el mundo :)

Anónimo dijo...

Y esa madera suena eh!
Claro, es naranjillo... noble.

Lo dicen los Manseros, y ellos, sí que saben:

..."Es esa madera, novia, donosa de mi alma, madera que llora y canta...
un pedazo del verano le han puesto a mi corazón y ahora andamos por el mundo repartiendo nuestro amor,
amor de tierra caliente,
con sus tristezas de urpillas
para las siestas que bailan
descalzas por las salinas
La encontré por Salavina
aromadita de albahaca
debajo del estrellerío
de la noche enamorada
y hamacaba los faroles,
la luz de la madrugada
alegrando el pobrerío
de un marzo carnavalero
y en el rescoldo del pecho
de un quichuista santiagueño..."


El "no motivo" también es motivo para un vaso, el vaso es beber, aunque los gustos cambien.

Me gusta ese verbo. Yo bebo, el plural me gusta más.

Salud!