viernes, agosto 31

Ocho o Nueve o Diez gansos éramos los que bailábamos el recital del Palo en un lugar recontra in como el Torcuato.
Que se escuchaba como el orto y el sonidista es un sogán malparido para su oficio.
Después no sé qué hacen, los sentaditos, la paja seguro, todos ahi con su vinito de un Jueves.
Putos.
Hace rato que no salgo, pero la gente cambió para tanta pelotudez?
Qué es esto?
Ser moderno es esto?
Yo soy antiguo.
Bailo, hago pogo.
Y la gente?
Claro, $ 30.- amedrentan a cualquiera.
Claro que comprendo mi estado momentáneo de poder adquisitivo
como para permitirme este lujo.
Es eso, me dí el lujo de ver a Palo.
Y soy un siome.
A mí me queda mucha sangre como para ver a tantos boludos
quietos, me circula en los piés, y quiero BAILAAAAR!

Será cuestión de aprovechar,
ya no se me escapan ciertas cosas,
y veo tanta comodidad con la que estoy
puntiagudo.

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