y se fué pal silencio nomás la vieja...
y el amable nabo de mi hermano
le dice al amable
señor fúnebre funesto:
"nos vemos, hasta pronto"...
y yo con la urna de las cenizas
de mi vieja en la mano
no pude evitar cagarme de la risa...
y seguro que mi vieja también.
Salud mamita!
No sé si hay un allá,
pero acá, donde estás,
a cada rato estás
riéndote de todo.
Te amo.