miércoles, mayo 17

De guapos, milongueros y otras cosas que tomaban








Amablemente
Música: Edmundo Rivero Letra: Iván Diez (milonga)
La encontró en el bulín y en otros brazos...
Sin embargo, canchero y sin cabrearse, le dijo al gavilán:
"Puede rajarse; el hombre no es culpable en estos casos."
Y al encontarse solo con la mina, pidió las zapatillas y ya listo,
le dijo cual si nada hubiera visto:
"Cebame un par de mates, Catalina."
La mina, jaboneada, le hizo caso y el varón,
saboreándose un buen faso,
la siguió chamuyando de pavadas...
Y luego, besuqueándole la frente,
con gran tranquilidad,
amablemente,
le fajó treinta y cuatro puñaladas.


Por esos barrios ando parando.


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